La leyenda de la fuente de la salud se remonta a la antigüedad del medievo:

Se dice que hace ya varios siglos, un joven sepulvedano soñaba con ver el mar. Así, decidió partir de la villa que tanto amaba para cumplir su mayor ilusión.
Llegó a la costa y consiguió ser reclutado como marinero.
El muchacho se sentía completamente fascinado por la inmensidad del mar, pero echaba de menos a sus vecinos de Sepúlveda y tras llevar unos días en alta mar, la soledad hizo que su alma se llenara de tristeza.
Una mañana como cualquier otra en el barco, estaba pescando y de repente divisó una bella sirena a lo lejos. La curiosidad de la sirena la
empujó a acercarse al joven y cuando se aseguró de que este no la haría daño, comenzaron a conversar. Gracias a la sirena los días del marinero fueron mucho más amenos, pero cuando regresaron a la costa, no querían despedirse, pues estaban enamorados. El muchacho cogió a la sirena y partieron rumbo a Sepúlveda. Cuando llegaron al pueblo, ella estaba muy enferma, pues no podía vivir fuera del mar. El marinero decidió meterla en el manantial de la villa y allí sanó. Desde entonces a ese manantial se le conoce como Fuente de la Salud y se cree en su poder medicinal.
Aunque este agua no es mágico, sí que es cierto que calma la dermatitis y la sequedad de la piel, ayuda a la cicatrización de las heridas,... Sus beneficios dermatológicos y para la salud son varios gracias a su riqueza en bicarbonato magnésico y en 1989 fue declarada mineronatural medicinal. En cambio, a pesar de que la población de los alrededores se ha acercado al manantial durante siglos para rellenar sus garrafas con este agua y beberla, hace a penas dos años el agua fue analizado y desde entonces no se garantiza que el agua sea bueno para la salud.
En los últimos años se ha interesado por el agua de este manantial la empresa embotelladora Geotecnia y Minería SL.
No hay comentarios:
Publicar un comentario